Está situada sobre el cerro del mismo nombre, lo que la dota de unas vistas espectaculares sobre el núcleo ibero-romano de Granada; al igual que sobre el centro, que queda a sus pies y sobre la vieja muralla zirí. En la zona del Albaicín aún quedan casas-cueva habitadas, Granada tiene barrios trogloditas habitados desde hace siglos como el famoso Sacromonte. La iglesia data de inicios del siglo XVI. Comenzó a construirse de manera tan humilde que hubieron de utilizar hasta viejas lápidas musulmanas en sus muros, el uso de materiales de acarreo ha sido algo habitual en la historia, podemos recordar que la famosa mezquita de Córdoba está construida en parte con los elementos de una iglesia cristiana destruida para ese fin. El primitivo templo era pequeño, tenía una sola nave cubierta por bóvedas góticas cuyos arcos y nervios descansan sobre ménsulas que compartimentan el espacio para alojar tres capillas a cada lado. A mediados del XVI se amplió la nave con un nuevo tramo, ahora cubierto con armadura mudéjar, y dos capillas laterales; la capilla mayor se cubrió de otra hermosa armadura ochavada que ardió al poco tiempo sustituyéndose por la actual, mucho más sencilla. En su interior destacan los azulejos del presbiterio realizados en el taller de Isabel de Robles. Sus abundantes obras de arte fueron destruidas el 10 de marzo de 1936 en el incendio provocado por los revolucionarios.
Está situada sobre el cerro del mismo nombre, lo que la dota de unas vistas espectaculares sobre el núcleo ibero-romano de Granada; al igual que sobre el centro, que queda a sus pies y sobre la vieja muralla zirí. En la zona del Albaicín aún quedan casas-cueva habitadas, Granada tiene barrios trogloditas habitados desde hace siglos como el famoso Sacromonte.
ResponderEliminarLa iglesia data de inicios del siglo XVI. Comenzó a construirse de manera tan humilde que hubieron de utilizar hasta viejas lápidas musulmanas en sus muros, el uso de materiales de acarreo ha sido algo habitual en la historia, podemos recordar que la famosa mezquita de Córdoba está construida en parte con los elementos de una iglesia cristiana destruida para ese fin. El primitivo templo era pequeño, tenía una sola nave cubierta por bóvedas góticas cuyos arcos y nervios descansan sobre ménsulas que compartimentan el espacio para alojar tres capillas a cada lado. A mediados del XVI se amplió la nave con un nuevo tramo, ahora cubierto con armadura mudéjar, y dos capillas laterales; la capilla mayor se cubrió de otra hermosa armadura ochavada que ardió al poco tiempo sustituyéndose por la actual, mucho más sencilla. En su interior destacan los azulejos del presbiterio realizados en el taller de Isabel de Robles. Sus abundantes obras de arte fueron destruidas el 10 de marzo de 1936 en el incendio provocado por los revolucionarios.